Globalmente estamos atravesando una
mutación profunda cuya causa principal gira en torno a los medios de
comunicación masivos, al acceso a las tecnologías que ha venido creando nuevas
formas de interacción y conducta en los ámbitos social, cultural, político
y económico. En este sentido podría pensarse que el ser
humano biológico y su consciencia intuitiva se ha ido desplazando por el
fenómeno descrito por Simondon; la
formación de un ser técnico autónomo paralelo al ser vivo, un ser que ha
sido condicionado por la esfera comunicacional desde que su conciencia tomó
forma en el plano físico, sobreestimulado por la enorme cantidad de información
a la que se expone diariamente y que resulta en su mayoría imposible de
procesar, reflexionar y discriminar lógicamente para integrar su utilidad en su
experiencia personal de vida, esto en el plano individual. En relación al plano
colectivo conviene referirnos a McLuhan, quien sostiene que con las nuevas
formas de comunicación el pensamiento
mítico tiende a prevalecer sobre el pensamiento lógico-critico y que la mente colectiva funciona ahora de acuerdo
con normas de acumulación configuracional.
Durante el siglo XX el espectador y
usuario de los medios de comunicación fue generalmente un receptor pasivo al
margen de las grandes corporaciones mediáticas que estaban al servicio de los
poderíos económicos de turno. La globalización se hizo presente y se acortaron
los tiempos y las distancias creando un imaginario colectivo completamente
nuevo que traspasa las barreras culturales y de identidad propias de las
regiones, creando nuevas formas y nuevos acuerdos en cuanto a la comunicación
audiovisual y su interpretación, generando esto en ritmos más acelerados de
vida que relegan a un segundo plano el dialogo, la comunicación afectiva, el
pensamiento crítico, los valores y el libre albedrio. Sin embargo durante la
última década del siglo XXI los nuevos escenarios comunicacionales dieron un avance
en positivo con la emergencia de las redes sociales, y la posibilidad de que
todos pudiésemos expresarnos libremente, ser comunicadores, multiplicadores de
información apelando a la lógica, los valores de convivencia, respeto y tolerancia,
aunque es inexacta la creencia utópica de que si hoy todos podemos comunicarnos
también podemos mejorar nuestra formación, rescatar el pensamiento crítico, el
debate plural cuando estos mismos medios a nuestra disposición son más usados
por nosotros mismos para potenciar el entretenimiento que la educación o el
rescate de los valores humanos, aquí terminamos por demostrar con hechos la
catástrofe temporal de Virilio, en donde la corporeidad se ve limitada por la
virtualidad, la inmediatez y aceleración del tiempo nos deslocalizan y hacen
perder las referencias al pasado, al futuro incluso a nuestros instintos más
básicos de afecto, comunicación, donde lo cognitivo se sustituye por lo
artificial y lo automático.
Por tanto no es ningún sin sentido
afirmar que ese ser técnico descrito por Simondon, esa “entidad” separada del
ser mismo creada y configurada como un computador, puede llegar a
convertirse en un ente con voluntad propia, más virtual, menos física, más etérea,
no palpable, transhumana…
El reto consiste entonces no tanto en
resistirse a las nuevas tecnologías y al cambio que conlleva su implementación
en nuestra existencia consciente, sino en atravesarla con éxito, en subvertir el
dominio al que hemos sido sometidos por los poderíos económicos, políticos,
religiosos valiéndose de las tecnologías de la comunicación, usándolas a
nuestro favor, siendo más participativos y activos, aprovechando el
Internet y sus bondades para rescatar en las generaciones actuales y futuras la
sensibilidad, la emotividad, la creatividad, el uso del lenguaje escrito y
verbal que permita re-encausar la evolución del humano y no derive éste en un
ser autómata que actúe en base a programaciones e instintos configurados.
Si no quieres ver realizado este escenario en el futuro, y crees que hay que mantenerse por sobretodo humanos, puedes aportar tu colaboración para hacer un
exorcismo colectivo que nos libere del automatismo mental. Si has sido capaz de
superar las capas profundas de programación mental, eres un agente de cambio y
tu contribución como HUMANO es esencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario